lunes, 29 de julio de 2013

VEN PEQUEMOS, TRISTE ME DECÍAS, ATROPELLEMOS A ESOS PERROS DE LA CALLE (sobre SLOW FOOD de Cher Santiago)


por Mario Carazas 

Porque siempre al Perú lo hallamos en Estado de guerra o mejor diremos en Estado de Sitio. ¿Puede esta generación predecir o simplemente degustar lo malo, lo pestilente de todo? Ayer 17 de julio, el congreso acaba de enmierdarse un poco más, cómo se puede crear música después de Auschwitz? –preguntaba Adorno, tras contemplar el horror de los campos de concentración de los nazis, "No se puede escribir poesía después de Auschwitz". Realmente se puede escribir poesía después de esto, después de la degradación moral. Yo creo que sí, y es urgente. ¿Escribir acaso es un compromiso y con quién y para qué?. El poeta está inmerso en un botadero de basura y es la poesía tan solo un ambientador. No lo sé, no puedo precisarlo. ¿La poesía realmente puede salvarte? O se trata de solo un escape, un paraíso artificial. La verdad lo ignoro y no creo que puedo dar consejos o discursos de ese tipo, supongo que me quedaré con esa frase de retoño budista: “si tensas demasiado la cuerda se cortará, si la tensas demasiado floja, no sonará.” Yo agregaría: Y el arte no será. Las calles pueden ser peligrosas, las tiendas unas vampiras, el cielo un gran logotipo, cristo un gran vendedor, la fe un gran estudio de mercado. Debo expresar gracias por inyectarnos una sustancia sucia en nuestras venas. Lo que fuere, no importa, total tú escribes, y ni demonios ni santos tienen que ver en esto. Es tu destino o simplemente no estabas hecho para él, y ¿qué cosa es el destino? ¿cómo se come eso?, serás estallido o descenso quizás pero nunca una parálisis. Y Slow food es todo un trip, un viaje, Slow Food es el nombre de la ópera prima de Cher Santiago, No es un poemario corto, son más de 70 poemas. No hay que leerlo de un tirón, hay que tomarse sus pausas y escrudiñar su lenguaje. Aquí no hay seco y volteado, pero tampoco el asunto es tan serio o ceremonioso. Cher reconoce su época y él nos avisa que “los dioses precarios son máscaras que usan nuestros hermanos.” Muchos podrían tildar a la generación de Cher, como una generación del internet y las redes. Pero ellos están haciendo absolutamente lo mismo que nosotros haríamos. ¿Se puede ser joven y leer tanto y tener tantas influencias distintas? En los 90, para conseguir libros teníamos que viajar a Lima, tenías que ahorrar, tenías que privarte de ciertos placeres, una vida monástica o maldita, ahora puedes descargar libros en pdf y de manera gratuita, envidiable situación, pero también es una muestra que aún sobra solidaridad de los que subieron dicha información. Que pasa que en un poemario como Slow food aparezcan los siguientes términos: coctel, melón, glaceado, ostras, quesos, lechuga carola, mate, ceviche, setas, buñuelos, pecanas, mayonesa, pan de anís, yogurt. Nada es casual, pues en su pequeña biografía que aparece en la contra-carátula de su libro, nos advierte el poeta, su deseo de ser un cocinero profesional. Por cierto que en la contra-carátula aparece una foto muy expresiva del autor, en estado iluminado, más allá del Samsara o el mundo terrenal de los budistas. Cher Santiago es muy concentrado en el poema, posee un lenguaje contenido, no se deja llevar por una hemorragia, es como si pensara cada verso, renunciando a lo visceral para tocar la inteligencia y a la belleza. Los desgarros por esta ciudad son muy bien cubiertos, no se desnuda, pero Cher sí se desnuda al amor, Slow Food significa “Se come lento”, una respuesta clara al fast food, a la comida rápida, Cher pide un alto, Stop!, aquí me bajo. Cher sabe que es contranatura lo que le pide a su época: el ser más reflexivos. Pero Cher tampoco intenta salvar al hombre, no al modo retórico o teatral de los antiguos profetas, sino toma al hombre, lo despluma, lo coloca en su tabla de picar, lo coce lentamente, lo escabecha y lo sirve a los comensales, a la tecnología, a los medios masivos de comunicación. Luego estos comentaran tal hecho no como un sacrificio o inmolación del hombre, sino como un titular corriente, amarillista, bien marketero, hasta burlesco, lo suficiente para que no de pena, la palabra tragedia es muy académica, qué aburrimiento. Así que ya sabe, sírvase el poemario, si siente una incomodidad al degustarlo, una espina o una piedra, esa espina es el poeta, el plato está listo, sírvaselo frío o caliente, sírvaselo, es para llevar. Esto no es un poemario al paso.





domingo, 28 de julio de 2013

LETRASÉRTICA EN PUNO

Aquí algunas fotos de lo que fue el breve pero intenso viaje a la ciudad de Puno en ocasión de presentarse el trabajo editorial y bibliográfico del grupo Letrasértica en la Casa de la Cultura. Inicialmente llegamos a Puno para deambular por sus alrededores, pegando afiches para el evento, en la UNA. Luego estuvimos en el evento, con lecturas, palabras urgentes, diálogo con el público y venta de libros. Presentamos los libros PÓLUX de Marianna Espezúa, MALA HIERBA de Juan Quispe Machaca, PENTÁGONO de Enrique Cuautli, ESTOS 3 DE TACNA de Alberto Ninaski y Yesebell Sechar, METEORA de Yhan Koronel, el 6to número de la revista de creación LETRASÉRTICA, la recopilación de cuentos de Gamaliel Churata por Wilmer Skepsis, antología narrativa HISTERIA COLECTIVAS entre otras publicaciones menores. Viaje sin igual, luego de frisar sus calles como diásporas, de brindar en el Wajsapata, de visitar las 68 islas de los Uros, de visitar la tumba de Gamaliel Churata en el Laykakota, etc, etc, etc volvemos con nuevas perspectivas. Salud comensales!